Descubre la magia de los Cerros de Mavicure, adéntrate en la sabiduría ancestral de las comunidades indígenas y explora la exuberante Selva Matavén en una experiencia única que conecta aventura, cultura y naturaleza.
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Adéntrate en el corazón de la Orinoquía y la Amazonía colombiana, un paraíso donde la naturaleza y la cultura se encuentran en perfecta armonía. Inírida es hogar de los imponentes Cerros de Mavicure, gigantes de roca negra que emergen majestuosos desde el río y forman parte del ancestral Escudo Guayanés, uno de los ecosistemas más antiguos del planeta. Este escenario mágico es custodiado por comunidades indígenas que comparten con orgullo sus tradiciones, desde la transformación de la yuca brava hasta la producción artesanal de miel.
La travesía te llevará a explorar las arenas blancas del río Inírida, a disfrutar de playas vírgenes y a bañarte en aguas cristalinas mientras observas delfines rosados en su hábitat natural. En la mística Selva Matavén, caminarás bajo el dosel amazónico, o te elevarás entre los árboles en una aventura de altura que te conectará con la inmensidad de la floresta.
Además, vivirás la inolvidable experiencia de visitar la Estrella Fluvial de Inírida, donde los ríos Orinoco, Guaviare, Atabapo e Inírida convergen, creando un espectáculo natural que te dejará sin palabras. Este es un destino que mezcla aventura, paisajes únicos y una profunda conexión con la esencia misma de la vida en el Amazonas.
Descubre la magia del Guainía en una experiencia de cuatro días que te llevará por paisajes únicos y una conexión profunda con la naturaleza y las comunidades indígenas. En el primer día, explorarás los icónicos Cerros de Mavicure, Pájaro y Mono, ubicados en los resguardos indígenas de Remanso y Venado. Te sumergirás en la cultura ancestral con la bienvenida de la comunidad, disfrutarás de un almuerzo típico y recorrerás el caño Mavicure para admirar las sabanas de arenas blancas, culminando el día con un atardecer inolvidable en el Cerro Tortuga.
El segundo día, tras un desayuno local, ascenderás al majestuoso Cerro Mavicure, desde donde contemplarás los paisajes impresionantes del Escudo Guayanés. Luego, te relajarás en las playas de arenas blancas del río Inírida o Caño San Joaquín, seguido de un recorrido en curiara para avistar delfines rosados en las aguas tranquilas del río.
El tercer día será una inmersión en la sostenibilidad. Visitarás la comunidad de Morroco para conocer la Ruta de la Miel o, dependiendo del clima, participarás en un taller de transformación de la yuca brava o una caminata por las sabanas hacia el Cerro Flauta. Más tarde, descubrirás la Estrella Fluvial de Inírida, donde confluyen los ríos Guaviare, Atabapo, Inírida y Orinoco, cerrando el día con un baño refrescante en el río Atabapo.
El último día te adentrarás en la Selva Matavén, con dos opciones de aventura: una emocionante actividad de rappel hasta las copas de los árboles o una caminata por la Reserva Natural MORU para explorar los bosques del nororiente amazónico. Finalmente, regresarás a Inírida, llevando contigo recuerdos imborrables de esta travesía única.
La estrella fluvial de Inírida:
Es un punto geográfico donde convergen los ríos Inírida, Guaviare, Atabapo y Orinoco. Este fenómeno natural forma una especie de "estrella" cuando se observan sus afluentes desde el aire, un espectáculo visual único en la región. Es un lugar de gran valor ecológico y cultural, rodeado de paisajes selváticos y un entorno de biodiversidad impresionante, ideal para la exploración y el avistamiento de fauna local.
Reserva Natural Moru:
Un espacio de reserva en medio de la selva de la Orinoquia, donde podremos aprender la biodiversidad y aprender de la importancia del cuidado de la misma.
Río Atabapo:
Un río fronterizo con Venezuela que ofrece oportunidades para el avistamiento de fauna y un baño en sus aguas puras.
Los Cerros de Mavicure:
Son tres imponentes montañas ubicadas en el corazón de la selva del Guainía, en Colombia. Estos cerros, llamados Mavicure, Pájaro y Mono, son considerados sagrados por las comunidades indígenas locales. Se levantan abruptamente desde el paisaje plano, ofreciendo vistas panorámicas espectaculares del Escudo Guayanés y el entorno selvático. Su ascenso es un desafío para los aventureros, pero también un homenaje a la conexión espiritual de la región con la naturaleza.